jueves, 13 de enero de 2011

Comienzos

En ese preciso instante, lo entendió todo. Comprendió cuál era su lugar en el universo infinito y atemporal, de dónde venía y qué venía a hacer aquí, cuál era su papel, su misión.

En ese preciso instante, vio las dificultades a las que tendría que enfrentarse, las limitaciones que había elegido aprender a superar para crecer.

En ese instante mínimo y concreto, supo que hay un antes y un después de esta vida. Se sintió parte de un todo, comenzando a saborear su esencia personal. Sintió amor. Amor puro. Todo era orden, equilibrio.

Un instante después, la matrona la agarraba por las piernas y le daba unos ligeros azotes, hasta que, con su primer llanto, lo olvidó todo.

Rocío

viernes, 7 de enero de 2011

¡¡Adelante!!

Últimamente no hago más que encontrarme en mi camino “señales” que vienen a decir  que “OTRO MUNDO ES POSIBLE”. Vídeos en Internet (como la entrevista con J.L.Sampedro que adjunto), conferencias, fundaciones que se crean para promover el cambio, conversaciones… Algo se mueve y nos indica que la crisis no es más que el umbral, el despertador.

Hay perspectivas apocalípticas, y las hay almibaradas, y sutiles, y guerreras, y… La cosa es que el cambio está en marcha.

No es que quiera emular al gran Raphael con su versión de Aquarius (“This is the dawning of the age of Aquarius”) pero es que estoy convencida: está amaneciendo. El amanecer de una nueva era, que puede durar aún muchos años y en el que todos jugamos un papel importante, si queremos tomar las riendas.

¿Cómo? ¿Qué hacer? Aún estoy despistada, no lo tengo muy claro, sólo sé que estoy convencida de que quiero formar parte de esta transformación.

El capitalismo se agota y nos agota. El consumismo está bien metido en nuestras venas: consumir bienes materiales, ocio, arte, diversión…

Busquemos maneras de desintoxicarnos, de vivir el instante por el mero placer de sentir que estamos vivos. Busquemos nuevos caminos, nuevas formas de existir como seres humanos.

Os propongo que compartamos cualquier herramienta que creáis que puede ser útil en este proceso, por muy pequeña o insignificante que os parezca... Cualquier cosa que encienda la mecha... No nos quedemos en las palabras, aunque estas sirvan de punto de partida…
¡Adelante!