martes, 7 de septiembre de 2010

Los inicios...

Llegó la hora de contribuir a la generosidad sin límites que encuentro en la red.

Me fascina comprobar que, busque lo que busque en Internet, siempre obtengo resultado. Y eso, más allá de la veracidad de la información que pueda conseguir, implica que hay mucha mucha gente dispuesta a compartir sus datos, su conocimiento, su opinión, sus gustos, sus sentimientos... con el resto del mundo, sin importarle quién sea el destinatario de su aportación.

Donaciones desinteresadas que convierten la red en un océano inmensamente rico y abundante. ¿Quién lo iba a decir?

Y hoy quisiera ser, por primera vez, donante en lugar de receptora. Y lo que tengo para compartir son mis pensamientos, esas ideas que navegan por mi mente sin destino mientras conduzco o cuando voy en el metro o paseando o haciendo que escucho...

Amanece bajo el peral... Veamos qué ofrece este nuevo día.

2 comentarios:

  1. Gracias por ser tan valiente y por animarte al mundo de los "dadores". Además, tienes mucho de lo que podemos aprender.
    Suerte!

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  2. Gracias a ti por tu apoyo. Ojalá las cosillas que escribo aquí le sirvan a alguien de alguna forma para hacerle reflexionar, mover, despertar, ampliar su visión y/o ensanchar la mía con sus comentarios. :-)

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Tus meditaciones son bienvenidas: